Las tradicionales alfombras de aserrín iluminaron las calles de las principales ciudades del país.
Hondureños celebran la Semana Santa con gran fervor y tradición. En todo el país, los fieles se unieron para conmemorar estos días santos con diversas actividades religiosas y culturales.
Una de las tradiciones más emblemáticas es la elaboración de alfombras de aserrín en las calles. Familias y comunidades se reunieron para plasmar en estos tapices efímeros sorprendentes diseños y escenas religiosas. Desde Tegucigalpa hasta San Pedro Sula, las principales avenidas fueron engalanadas con estos coloridos y detallados trabajos, verdaderas obras de arte efímero.
«Es una muestra de nuestra fe y devoción. Cada año nos esforzamos por crear algo aún más bello para honrar estos días sagrados», comentó María Hernández, una de las participantes en la elaboración de las alfombras en la capital.
Además de estas manifestaciones artísticas, las celebraciones incluyeron procesiones, representaciones de la Pasión de Cristo, misas y otros rituales que reflejaron la profunda espiritualidad del pueblo hondureño.
«Ver cómo nuestra gente expresa su fe a través de estas tradiciones es algo realmente maravilloso. Es una muestra de la riqueza cultural de Honduras», afirmó el ministro de Cultura, José Acevedo.
Sin duda, la Semana Santa en Honduras es una época en la que la devoción, la creatividad y el orgullo nacional se unen para dar vida a una celebración llena de fe y tradición